Cambiar el alimento de tu mascota no debería ser una ruleta rusa para su pancita.
Aunque el cambio suele hacerse con buenas intenciones —buscando una mejor calidad, siguiendo una recomendación veterinaria o adaptándose a una nueva etapa de vida—, hacerlo de forma abrupta puede causar malestares digestivos como vómito, diarrea, gases o inapetencia. Y, claro, nadie quiere ver a su peludo pasándola mal.
Por eso, en BienComelón te explicamos cómo hacer una transición de alimento segura, gradual y llena de cariño.
La clave: paciencia y progreso
El secreto es simple pero poderoso: avanzar poco a poco. Lo ideal es realizar el cambio en 7 a 10 días, siguiendo estos pasos:
- Días 1-2: 25% alimento nuevo + 75% alimento actual.
- Días 3-5: 50% alimento nuevo + 50% alimento actual.
- Días 6-7: 75% alimento nuevo + 25% alimento actual.
- Día 8 en adelante: 100% alimento nuevo (si no hay molestias).
Este proceso le da tiempo al sistema digestivo de tu mascota para adaptarse a los nuevos ingredientes sin estrés.
Observa y adapta
Cada mascota es única. Algunas aceptan el cambio sin problemas, mientras que otras necesitan más tiempo. Si notas diarrea persistente, vómito o falta de apetito, suspende la transición y consulta a tu veterinario. A veces, el problema no es el proceso, sino el tipo de alimento.
En BienComelón encontrarás opciones para estómagos sensibles, fórmulas hipoalergénicas y alimentos especializados que cuidan la digestión desde el primer bocado. Además, si estás en plena transición, tenemos premios naturales que complementan su dieta sin alterarla.
Recuerda: cambiar el alimento no debe ser motivo de preocupación, sino un paso más en el cuidado amoroso y consciente que le das a quien te quiere incondicionalmente.